El blues del cobarde
El blues del cobarde que tira la piedra y esconde la mano, el son del "pendejo" que actúa bravucón en aras del ego pero, al menor viento de adversidad, recoge las naves y sale corriendo. Jajaja. Cómo cambian las versiones, cómo se miente, cómo se ajusta el ímpetu inicial a las regañizas institucionales, a las gomas morales (las famosas "moralinas") y, peor aún, cómo todo eso se viste de gala bajo la alcahuetería del aplauso ajeno. Claro, aplauso ladino y servilista. Ya se ha dicho mucho y esto sólo lo reafirma: lo personal y lo profesional no se separan. Y la cobardía en una dimensión, es buen indicio predictor de la cobardía en otras. Amén.