Definamos absurdo

Poesía de mi puño y letra



Confesión de parte

Déjeme decirle que yo estaba enamorada de usted.
No es de poca monta porque, por trascendental, nunca lo digo.

Por el contrario, es un "statement" en sí mismo (diría el gringo)
y un reconocimiento de vulnerabilidad inundado de belleza.

Déjeme agregar que no fue sólo episodio de mariposa estomacal.
Vi realmente en usted, y en su historia, una imagen hermosa.
Y claro, le puse guirnaldas y luces de colores a ese sueño
sin darme cuenta que lo soñaba sin mayor compañía.

Déjeme terminar con que usted se lo pierde. Pero no solo usted.
Me pierdo yo tener de nuevo su cabeza en mi regazo,
pero se pierde usted un regazo que lo anhelaba en exclusivo.
Es decir, perdemos todos a causa de un par de egos retorcidos.


Noche elástica


Noche elástica, horas de insomnio, 
de diales encendidos y lágrimas contadas.
Noche para pensar muchos por qué y algunos hasta cuándo, 
y para desear justicia a manos del karma y del olvido. 

Noche elástica, horas en vela, 
no hay cansancio que calme la hoguera. 
Noche para hacer recuento de daños y de víctimas, 
y para luego sólo cerrar los ojos a medias. 

Zapatos de niño


Me cuesta tanto creer que alguien, quien sea, 
recorra el mundo para mendigar cariño
en especial alguien que, en apariencia, se pone en un pedestal
y envuelve su autoestima en piel de armiño. 

Eso solo confirma mi sospecha y deducción
de que tanta ínfula no es más que un corpiño  
y de que hay quienes, para intentar pasos de grande, 
suelen ponerse zapatos de niño. 



Parábola del sueño roto

En aquellos días, de aguaceros recurrentes en mes fiesta, 
yo vibraba a la frecuencia que uno vibra cuando está ilusionado. 
Combinaba sonrisas con sonrojos y dejaba que un arsenal de mariposas me habitara el pecho. 
En retrospectiva, tanto hueco en la panza, no era más que una premonición de que algo no. 

Luego, tantas lágrimas mías cuando hablamos, tenían que ser otro indicador. 
Lágrimas invisibles al otro lado del monitor y que nunca comenté, porque jamás entendí. 
Después, la profecía auto cumplida y una hecatombe de ilusiones rotas como galletas en migaja. 
Eso pasa con la confianza. Ya por rota, no hay forma alguna de pegarla. 

Y vinieron mil especulaciones, retumbando en las esquinas de mi cabeza. 
Y vi luego que no tenía sentido preguntar(se) lo que no tiene respuesta. 
Y, al tiempo, la respuesta me llegó por vía de una ventana desde el interior de un carro ajeno. 
Nada como toparse la respuesta caminando a la par de la pregunta y entrando al recuerdo. 

Y, entonces, tuve paz. Era la razón más antigua y común de todas. ¿Qué más?
Y, entonces, descansé. Y pude volver a hablarle como si nada. 
Porque descubrir que la razón era la misma de siempre, lo redujo a mortal.
Porque, en realidad, nada. Nada que no se escriba en cuatro líneas y se archive en la gaveta del recuerdo. 
Nada que no se borre o se destiña con el agua bendita del tiempo. Amén.   

Dictadura preposicional

Hay obscenidad implícita en escribir algo para alguien y luego negarlo.
Pero, me pregunto, ¿acaso yo he hecho eso?
Nunca he escrito nada para nadie, o eso creo. 
Porque es muy distinto escribir por alguien que para alguien.  


De qué callada manera se me adentra usted sonriendo,
como si fuera la primavera y yo muriendo,
y de qué modo sutil me derramó en la camisa
todas las flores de abril.
Nicolás Guillén

De qué callada manera se marchita usted mintiendo
como si fuera tatuaje de henna y yo creyendo,
y de qué modo brutal hizo trizas mi confianza,
simplemente porque sí.
Propia


Oh usted
Oh usted, con su mirada curiosa pero esquiva, 
con sus palabras bonitas pero falsas,
con sus gestos cariñosos pero hirientes,
y con su intención perenne de parecer distinto
sin darse cuenta que nada es más común
que el deseo de ser único.


Eso, jamás
Usted me mira,
yo me percato,
pongo atención,
y me convenzo.

Usted me habla,
yo le respondo,
intercambiamos,
y yo le creo.

Usted me toca,
yo me estremezco,
tanto por miedo
como deseo.

Usted se esconde,
yo me confundo,
me desespero,
y lo lamento.

En conclusión, usted muy poco, insuficiente,
por el contrario yo, demasiado y abruptamente,
pero, ¿nosotros? Eso, jamás.

Memoria selectiva
¿Qué voy a recordar de usted?, me pregunto mientras repaso pensamientos.
Tanto de dónde escoger y, a la vez, tan poca variedad de sentimiento.

A ver, podría ser que escoja recordar sus camanances. 
Como surcos arados en su piel, hoy son grietas al calor de mi mente.

Segunda opción, que elija recordar sus palabras.
Pero esas no aran, no surcan nada, pues partieron volando con el viento.

Tercer lugar, y aún más difícil, que recuerde su olor.
Mezclado con el mío en esa noche, era una especie dolorosa de incienso.

Pero, al final, prefiero recordar su no recuerdo.
Su incapacidad para pensarme, aún siquiera en aquel mismo momento.  


¿Se da cuenta?
Cómo es una capaz de ilusionarse,
de beber el brebaje de conquista,
de levantar castillos en el aire
y lamerse la miel en los oídos.

Cómo es otro capaz de convertirse,
en superhéroe por vía de las palabras,
en príncipe, a punta de suspiros
y en villano, con sabor a realidad.

Cómo es algo capaz de transformarse
de sueño idílico en recuerdo penoso,
de triunfo rosa en derrota gris
y de sonrojo en lágrima salada.



El esqueleto de tus ideas se cubre por entero con la piel de las mías,
y es extraña la correspondencia exacta entre ambas medidas.

Pareciera imposible que almas tan distintas tengan simetría,
que tu molde encaje de forma perfecta con mi propia vida.
Pero, tenías razón, el amor no entiende de sabidurías,
no escucha razones, ni comprende hipótesis impositivas.

Te amo, me amas, o al menos luchamos por esa utopía,
respiro, respiras y no me da miedo que escuches mi risa.
Que robes mis besos, que cierres mis pausas, que inundes mis días,
no temo pues esto tan solo confirma mi vieja teoría:

El esqueleto de tus ideas se cubre por entero con la piel de las mías,
y es extraña la correspondencia exacta entre ambas medidas.


Definamos absurdo:
absurdo es todo aquello que carece de lógica,
de normas y de reglas, de leyes y teoremas,
lo que no se comprende, por simple o complicado
todo eso es absurdo.

Ilustremos absurdo:
absurdo es que te espere cuando sé que no vienes,
que te pierda si nunca jamás te he tenido,
que me hieras sin saber y que te ame sin que puedas sentirlo,
que poseas el poder de hacerme feliz y ni lo imagines.


No estoy segura de recordar cosa alguna que me haga más feliz
que ver tu cara en mi regazo sonreír.
Es una sensación tan cercana a la paz que me hace temer,
que algún intruso pueda destrozarla en un dos por tres.


Nowhere good,
that's where you said our love was taking us.
Nowhere land,
that's where your fears finally got us.

Simple is beautiful,
you also said that
and it was pretty simple for you to break my heart.

A thousand more things you said to me,
they dance in my head ridiculously
if only I could forget about them
specially the lies you told back then.


Dame la receta, pásame el consejo
para desechar.
Cuéntame del truco que haces tan perfecto
llamado olvidar.

A cambio te ofrezco mi fórmula mágica
para recordar.
Para echar de menos, para amar solas
a quien ya no está.


Amo mis caderas,
porque sé que un día llevarán el fruto de nosotros dos.
Adoro mis pechos,
pues sé que con ellos alimentaremos nuestra creación.

No te asustes, siéntete orgulloso
de ser quién primero me hizo descubrir
que mi cuerpo es vida, presente y futura,
que alberga en su templo tu llama febril.


What do I have to offer you?- that's quite a question you asked.
Said it was suspicious for you to be dating
a so-called great catch.

Said people asked “What does she see to be in love with you?”
Huh, talk about blindness
if they cannot figure out my only one truth.

According to them, you're the no-no guy,
the one to avoid,
the real anti-hero who's not worth the try
the one to ignore. 

According to me,
you're the cause and consequence of all my smiles,
my very best error , my favorite mistake
my goody-girl prize.  


Es extraño, pero a veces te comparo con el café,
un trago amargo que, sin embargo,  me da placer.

Y a veces con el agua, tan simple y transparente,
causante de sequías y de tormentas fuertes.

Pero, más a menudo, te comparo con mi sangre,
porque llenas mis adentros y corres por mis venas cada tarde.


Tu inocencia me abruma,
Es una especie de red que me envuelve lentamente.
Tu imperfección me asusta,
Es demasiado semejante a la mía.

Tus palabras me hieren,
O son capaces de elevarme hasta el cielo.
Tus besos me deshacen,
Ya sea por su fuego o por su hielo.

Y sin embargo, eres lo más real que he tenido
Y al mismo tiempo, lo más cercano a un sueño que he vivido.


Observo tu retrato con los ojos cerrados
Pues no me hace falta verte para mirarte.

La forma de tu nariz, el desnivel de tus dientes
Y esa constelación de lunares irreverentes.

Los surcos de tus mejillas, el arco de tu cuello
Y el azabache inclemente  de tus pestañas de fuego.

Me siguen donde voy, no me dan tregua
Y se graban en mi mente en color sepia.


Háblame, que prefiero tus dardos en verbo que tu hielo seco
Ódiame, es mejor saber que al menos merezco tu franco desprecio.

Vístete, cúbrete la piel con que me has quemado profundo y dentro
Márchate, prefiero fingir que nunca has venido a saber que te pierdo.

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