Para Alison
"El femicidio es solo la forma más extrema
de violencia en contra de las mujeres"
Hola Alison, ¿cómo estás? No nos conocemos, pero hoy en el periódico me enteré de lo que le pasó a tu mamá. Para ser más exactos, de lo que tu papá le hizo a tu mamá. Para ser más justos, de lo que la violencia le hizo a ambos.
Vos tenés dos añitos, dice la noticia. Estás chiquitica, pero yo sé que tu corta edad no atenúa para nada la pérdida. Quiero darte mi pésame y enviarte un abrazo, a vos y a tu familia. Que la fuerza y la paz los acompañen en estos momentos de luto.
Pero no quisiera quedarme en la condolencia. Quisiera decirte que la muerte de tu mamá en Liberia, así como la de la muchacha de Guápiles y la muchacha de Quepos, no van a quedar reducidas a la estadística de primeros femicidios de 2011.
Quisiera decirte que, como comunidad, la sociedad costarricense va a reflexionar profundamente y a tomar acciones inmediatas, para trascender la defensa legal y complementarla con la defensa social y mediática, que tanta falta nos hace.
Ojalá pudiera prometerte y cumplirte que nuestros periódicos no van a presentar más mujeres que semejan muñecas inflables, con más maquillaje que ropa y en poses de absoluta sumisión ante la mirada del macho dominante. El macho fotógrafo, el macho productor, el macho espectador.
Pero no pensés que estoy diciendo que el problema está en los hombres. Nada más lejos de mi pensamiento, pues aunque he conocido de cerca el machismo, también es verdad que he compartido con hombres maravillosos. Hombres de mi familia, hombres amigos, hombres colegas y hombres de los que me he enamorado y por quienes he sido tratada con amor y respeto. Hombres con quienes realmente he caminado de la mano.
El problema es de todos. De todas y todos. Y toca tantas esferas que requiere discutirse en los espacios públicos. En las sodas, en las aulas, en las radioemisoras que se escuchan en los buses, en las vallas publicitarias, en los comedores de las empresas e instituciones, y en las planas a todo color de los periódicos. Sí, los mismos periódicos que titulan "Grando-to-to-ta" y que trivializan los sucesos más escalofriantes con titulares al estilo "Se la sonó".
Muchas veces, al explicar mi insistencia en la responsabilidad de los medios en la violencia en contra de la mujer, recalco que las imágenes que promueven no son solamente el "decorado" del periódico y, por el contrario, influyen en el comportamiento social al reemplazar a la mujer pensante por la mujer objeto.
Incluso, llegan al punto de omitir el nombre de la persona retratada en la imagen, como si con ello quisieran resaltar aún más la des-humanización femenina que promulgan. La muerte del sujeto, diría Nietzsche. El asesinato de la sujeta, diría yo.
Además, está el asunto de estimularse visualmente por cien colones al ver el periódico de camino a la casa. En ese camino, también se puede escuchar alguna canción estilo "Latigazo" de Daddy Yankee, que dice sin más ni más: ¡Dale un latigazo, ella se está buscando el fuetazo! / ¡Castígala, dale un latigazo!
Luego, llegar a la casa y encontrar a la compañera de carne, hueso, mente y alma, atareada por el trabajo dentro y fuera de la casa, y no necesariamente postrada de piernas abiertas, como las imágenes del periódico. Realidad y frustración. Entonces, no es de extrañar que esto, acompañado de una masculinidad débil y mal entendida, genere el ruido de un reclamo en forma de grito o de golpe seco.
Alison, ojalá pudiera asegurarte que, al menos, vamos a discutir este tema. Que los noticieros van a acompañar sus notas con comentarios que cuestionen las bases mismas del problema. Que las revistas televisivas van a dedicar al tema, al menos, una semana, y que lo van a enfocar desde la perspectiva femenina y masculina. Que esa programación de la franja horaria dirigida a amas de casa, va a ser realmente capaz de dar un "giro" hacia un "buen día" (o al menos, un mejor día) para quienes sufren en silencio.
Que vamos a "pelar el ojo" en la radio para educar con el micrófono, que vamos a tocar el tema desde el púlpito (con o sin sotana), porque estoy plenamente segura de que "No matarás" en su redacción acepta tanto "lo" como "la" en el objeto directo antes del verbo.
Yo sé, Alison, que todos estos cambios no se consiguen de la noche al día. Desafortunadamente, conllevan todo un proceso que tal vez tome años. Sin embargo, no quería seguir guardándome la angustia que me causa lo que pienso. Es necesario el análisis crítico de lo que vemos y oímos en teles, radios e Internet; la responsabilidad de la familia y de la comunidad (amigos, vecinos, maestros, compañeros de trabajo) en la denuncia de estos casos; y la información sobre canales de denuncia y mecanismos de ayuda para víctimas y victimarios, pues el dolor lo sufren ambos y quienes los rodean.
Justamente estaba pensando que tenés dos años. Es decir, naciste entre 2008 y 2009, casi al mismo tiempo que la Sala Constitucional eliminó los artículos 22 y 25 sobre maltrato físico y violencia emocional de la Ley de Penalización de la Violencia contra las Mujeres (Ley 8589). Qué triste coincidencia, pues aunque la inseguridad jurídica no sea la base exclusiva del problema, es indudable que este vacío ha abierto portillos para el luto en muchos hogares, como en tu casa.
Mi más sentido pésame, por tu mamá y por todas las demás víctimas que engruesan trágicamente el periódico en la sección de sucesos. Y también por las que lo engruesan en pelotas en portadas y contraportadas. Por ellas y por quienes idean estos mensajes gráficos, los aprueban y los promueven.
Un abrazo y un gran beso,
Rosemary Castro Solano
Rosemary,
ResponderEliminarMe gustó mucho este artículo: al punto y muy claro.
Ojalá todos reflexionemos y nos pongamos las pilas para evitar esas situaciones tan lamentables y lo peor es que son EVITABLES.