Perdí mi teléfono



Hoy en la tarde perdí mi querido teléfono, labriego sencillo no táctil, que había tenido desde 2010 cuando aquel compita me apuntó con la pistola en plena presa. 

Ahora fui yo, que lo debo haber dejado caer sin darme cuenta. Ya me había pasado y justo ahí mismo en Arquitectura por bajarme igual, en carrera, pero esta vez no hubo buen samaritano que lo dejara a la par del carro. 

Sin embargo, lo que más lamento de perder mi teléfono es que en él se fueron todos los números de contactos. Y me sé algunos, claro, pero no llegan ni a un 10%. 

Entonces, envío este mensaje para que, quienes lo tengan a bien, me manden un correo con su celular y así volver a guardarlo. 

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