Mi Negro

El sábado 14 de septiembre y después de un día de enfermedad súbita tuvimos que descansar a Negro con el corazón en la mano pero seguros de que era lo más solidario que podíamos hacer para que él no sufriera.



Negro había llegado a nuestra vida en 2011 cuando era guarda en As de Oros - restaurante que curiosamente cerró en julio tras más de 25 años abierto - y al cual llegó tras haber sido primero guarda en Mudanzas Mundiales, donde alguien aparentemente había intentado ahorcarlo, al asfixiarlo hasta el punto de que se orinó.

Entonces, una vez en el AS y con el cariño de Fernando, el guarda anterior de ese comercio, y de Luis, un señor indigente de la zona que hoy ya está rehabilitado, empezó a llegar al parque a la misma hora que nosotros sacábamos a nuestros perros y así hizo amistad con Pinta, Lenguas y Mina, al punto de que luego los acompañaba a la casa y ya no se quería ir.

De ahí, Fernando habló con nosotros para que lo recibiéramos de 6am a 6pm - cuando él no estaba - y así, en cuestión de meses, pasó de ser "pensionista" a miembro de la familia ya plenamente pues rapidito se quedó con nosotros para siempre y nos conquistó con su corazón de oro, eternamente enamorado de los gatos y de los chiquitos, y siempre noble y hablantín.

Hoy que ya no está, me corren las lágrimas por no tenerlo pero agradezco el haberlo conocido y el haber recibido su amor y nobleza, en tanto pudimos darle la vida digna y llena de amor que él merecía.

Descansa en paz, Negro amado, caballero de fina estampa, un lucero: estás ya para siempre en tu jardín amado, rodeado de flores, árboles y niños, como siempre quisiste. Te queremos mucho.   





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