¿Viernes negro? Mejor teñir de negro toda la semana
Ayer 25 de noviembre, los ticos vivimos por primera vez (según sé y recuerdo) la histeria colectiva y consumista del Viernes Negro. Y no es que sea primera vez que aquí en Tiquicia se oye la expresión o caemos en compras desesperadas, pero hasta este año el plano de esa compulsión era el virtual, e incluso Aerocasillas alquilaba salones en hoteles para recibir a todos sus feligreses. Sin embargo, “esa jerga que a veces se quiere denominar ciencia, conocida como mercadeo” (Sandoval, 2011) movió sus tentáculos tras detectar la gran oportunidad que significaba implementar el Black Friday en el comercio presencial en Costa Rica. Así, desde malles abiertos hasta media noche hasta sorteos extraordinarios de chances, los ticos fuimos testigos de la locura de compras tradicional del día después de Acción de Gracias en Estados Unidos (y preparémonos, porque el año que viene de fijo va a imponerse el pavo ese jueves, con tal de justificar el “Brown Thursday”). No obstante, a pesar del colonia