De acuerdo, Isa


Hoy comentaba con una compa los eventos de la semana, cuando en eso vino a colación mi incapacidad para hacer como si nada en ciertas situaciones. Entonces, ella dijo que si uno mostraba algún tipo de reacción que no fuera la políticamente correcta de "todo bien y todo cool", lo que hacía era dar gusto de ver que aún le afectaba. Que "fuera adulta, indiferente y no corriera".

Yo, muy pacientemente, le expliqué que para mí eso es pensar en función de los demás y que, al menos en mi caso, no me es posible disimular. Yo no puedo hacer como si nada cuando algo me ha dolido, porque hacerlo tendría el mensaje embebido de que frecuentemente tengo ese grado de cercanía con alguien y eso no es cierto. Sería como decir que no me importó, y nada sería más falso.

Le dije que, al salir del bloqueo de memoria que tenía, me volvió a molestar todo como si estuviera fresco y recordé lo que había sentido. Y que, particularmente ese día, mi reacción inmediata había sido huir del tubo de vacío conectado y de la sensación eléctrica asociada a ese contacto visual, para concentrarme en el pensamiento de que él siempre me va a recordar lo tonta que puedo llegar a ser si me ilusiono y si bajo mis cultivadas defensas sin tener garantía alguna.

Y ahí, ella me dijo algo que me pareció bonito. Me dijo "Eso me recuerda a la Reina Isabel I, que estaba enamorada de Lord Robert desde que eran chiquillos y que siguió amándolo de adulta sin saber que él era casado. Cuando se enteró, todos en la Corte Real le decían que lo matara porque la había traicionado, pero ella dijo que no. Que mejor le perdonaba la vida, porque así, cada vez que lo viera, iba a recordar lo cerca que había estado del peligro."

No he visto la película, pero la anécdota me gustó. Obviamente, por más reina que haya sido, no iba a matarlo porque bien que lo había querido. Sin embargo, la señora Isabel y yo coincidimos en convertir la imagen en un eterno recordatorio de lo vulnerable que se puede llegar a ser.

Y hoy le conté la historia a otro compa y me dijo que sí, que él también la había oído. Y que esa era la reina blanca de pelo rojo.

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