Genio y figura

Philip Seymour Hoffman
23 de julio de 1967 - 02 de febrero de 2014

El domingo 02 de febrero de 2014, mientras aquí teníamos el burunbún electoral de los primeros 90 minutos de juego, murió EL actor: Philip Seymour Hoffman. Después de 20 años sobrio, se había vuelto a "pegar" en diciembre 2012 en la fiesta de "The Master" (peliculón con Joaquín Phoenix y Amy Adams) y, desde ahí, no dejaba las jeringas queditas. Cientos de personas lo han llorado allá en la Gran Manzana y hasta una vigilia hicieron por quien consideraban el talento de talentos y un buen vecino.

Me queda su talento en forma de genialidad y su sencillez que hace que una misma se sonroje, como en este video a la salida de "Death of a Salesman" en Broadway (2012), donde se ve al maecito de Spiderman dando autógrafos y subiéndose a la limo con protección policial, mientras que el ganador de todos los galardones actorales, actorazo de actorazos, Philip Seymour Hoffman, sale con gorro y bufanda, pela un chicle, se lo echa a la boca y se va caminando.


Que su muerte dé también para pensar por qué Estados Unidos ve la droga como prioridad de su agenda de política exterior (y así busca legitimidad para hacer patrullajes e intervenciones en territorios ajenos) y no lo enfoca como un problema de salud pública en la que las personas en adicción reciban tratamientos graduales de desintoxicación (incluso con la misma droga) como se hace en Europa, especialmente en Escandinavia.

Descanse en paz, el mejor actor de su generación (y de muchas, muchas, muchas).

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