Revolución™
Incluso CRAYOLA ™ es una marca registrada. No pun intended con el sol. |
(Publicado en mi cuenta de Twitter el 04 de abril luego de compartirlo a a migas/os el mismo día.)
La ebriedad de triunfo ha sido mucho peor de lo que imaginé. Días después de la elección, el Semanario seguía en campaña y destacaba cómo "hasta el Washington Post le dedica a Costa Rica su editorial para celebrar que escogió el humanismo sobre el populismo".
Claro, al hacerlo, el periódico no oficial del oficialismo omitía decir que ese humanismo es clasista, aporofóbico, esnobista académico, robador de fondos públicos, traficante de influencias, depredador del medio ambiente y que sólo ganó precisamente porque usó la religión para narrar la saga del monstruo Ronny vs. la Negrita.
No obstante, peor aún resulta un artículo (que empecé a leer pero con sólo el primer párrafo, no pude seguir) en CRHoy titulado "La revolución de las crayolas" cuya tesis es que, con las crayolas del voto, Costa Rica llevó a cabo gesta patria revolucionaria de proporciones épicas y que, para su autor, es similar a la revolución de los jazmines, a la de terciopelo, a la sandinista, a la cubana, a la pacífica de Gandhi, a la bolchevique, a la mexicana y, por supuesto, a la francesa.
Plop y plop. Pucha, qué ganas de sentirse relevante y de usar los términos a la ligera (pero luego dicen que son los contrarios quienes necesitan educarse). Porque el sólo uso del término "revolución" es una pelada de nance dado que revolución implica cambio de corte popular en la correlacion de fuerzas del gobierno con efectos inmediatos y abruptos en la forma del Estado. Y aquí nada cambió: ni siquiera el partido de gobierno.
Esta es una elección común; manipulación mediática incluida. Dos opciones sin ninguna posibilidad llegan a segunda ronda porque de carambola toparon el tema CIDH LGTBQI y luego en segunda ronda el oficialismo que más ha robado en un sólo período usa la religión, la beligerancia y el fraude mediático para continuar en el poder y acusar a los otros de...usar la religión (y de ser pobres e iletrados).
Eso es. Punto. Qué ganas de sentirse relevante y de avasallar aún más las subjetividades de quiénes siempre quedan en la orilla. Por aquello de que quien escribió semejante bodrio y quiénes fueron a poner crayolas al TSE (fatal, ir a darle las gracias a a autoridad electoral despierta suspicacias de por qué) quieran informarse un poco, he aquí una pistica: las revoluciones, por definición, no nacen desde el clasismo y, seré marxista con esta afirmación, pero no hay proceso emancipatorio alguno que se geste desde el privilegio.
Nota al pie: me dice una amiga que el autor de "La revolución de las crayolas" es argentino. Cordialmente invitado a llevar su tesis de la epifanía democrática tica a comunidades como Limón 2000, Estrada de Matina (bueno, todo Matina), Mariana Bustos en Liberia, Fray Casiano en Puntarenas, Guararí de Heredia, Los Cuadros de Goicoechea, Finca San Juan en Pavas, 15 de agosto en Curridabat y Tierra Prometida en Pérez Zeledón, entre otras. Incluya también en el itinerario una visita a cada comunidad indígena y a las enormes filas cada vez que hay feria del empleo.
He dicho.
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