Crónica del auto-bombo fallido

La diputada Paola Vega - auto-denominada cara del feminismo y del reclamo laico en el Congreso pero paradójicamente integrante del partido de gobierno - quiso congraciarse ayer con las representantes recién electas en Estados Unidos y esta fue la joya de carta con la que salió y que, al ver la firma de archivo, queda más que claro que fue hecha por su amiga quien, presuntamente sin más título que su formación de chef pero de gran linaje político (la ironía), es ahora rutilante estrella en el firmamento de asesoras/es legislativas/os:


Si la vemos, la carta no sólo encierra un deseo enorme de figurar sino una serie de errores y de inconsistencias que quedará para la posteridad como una de las piezas icónicas del bombetismo en Costa Rica. Así, ya de entrada se marca la necesidad de mejorar los perfiles de salida en secundarias privadas porque resulta que la(s) ilustre(s) redactora(s) no se pusieron ni rojas de iniciar de una vez por la puerta grande y escribir "The present letter..."

De ahí, los horrores de forma siguen con gazapos como "a large amount of progressive women" (ahora resulta que las mujeres somos incontables, como si fuéramos materia prima), un segundo párrafo lleno de espantos de puntuación y ambigüedades; bellezas como "for we women" (que equivale a no tener ni idea de qué pronombres usar en cada caso; algo así como decir "para yo"), un "In conclusion" como si la cartica se tratara de un ensayo y un "central american" en minúscula que, en tiempos en los que nuestra región da qué hablar por nuestros éxodos de hermanas/os migrantes, pareciera más un mal chiste para disminuirnos (aún más) que una simple falta ortográfica.

Eso, en cuanto a la forma.

¿Y en cuánto al fondo? Bueno, empecemos por el hecho tan llamativo de que la señora diputada habla de la unión de las mujeres para la conquista del espacio político pero la carta la suscribe solita (mejor, dadas las pifias mencionadas). Pero, yo me pregunto, ¿no podía siquiera socializarla con las otras legisladoras de su misma fracción? Con seguridad la habrían apoyado y, tal vez, le habrían dado una leidíta para pulirla y que no circulara en esa versión tan carente. Pero no, parece que el discurso de mujeres unidas a doña Paola le llega hasta donde le llegan las ganas perennes de robar cámara.

Luego, llama la atención que alguien tan "tajante" en que religión y política no deben mezclarse a ningún nivel e incapaz incluso de ponerse de pie en respeto al credo ajeno - a diferencia de otros diputados no creyentes como el representante frenteamplista - ahora felicite a dos congresistas cuya plataforma electoral era precisamente ser las dos primeras mujeres musulmanas en llegar a puestos de representación popular en Estados Unidos.

¿Entonces? ¿Cómo es que la señora Vega celebra tan vehementemente la llegada de dos mujeres de fe a puestos políticos - triunfo por demás necesario y válido pues reivindica a un sector tradicionalmente invisibilizado como son las mujeres musulmanas - pero a nivel nacional ella y sus seguidoras/es se burlan a más no poder de la elección de diputadas cristianas (especialmente de aquellas sin grado académico) al punto de ridiculizarlas con horribles memes de "Keratina 2×1" en la Asamblea e incluso de patentar la expresión "Ramasheka Talamasoa" en burla a la fe de otra mujer involucrada en la contienda electoral?

¿O es que sólo hacia afuera se celebra la inclusión de sectores invisibilizados mientras a nivel local se sigue practicando el "feminismo aporofóbico o meritocrático" que básicamente establece castas de mujeres con base en ingreso y escolaridad? ¿Ah?

Ayer, cuando le planteé directamente esa observación, se hizo la ofendida y dijo "Cada fanático juzga por su fanatismo" por lo que una vez más tuve que corregirla: señalar su doble discurso no me hace fanática pues, a diferencia de ella, yo no condeno la fe ajena aunque no pertenezco a ninguna iglesia y tampoco me congrego partidariamente para vivir de la política, pero mucho menos me burlo - todo lo contrario, de hecho - de que mujeres de toda edad, origen y escolaridad lleguen a puestos de representación en Costa Rica pues por algo al parlamento se le conoce como "Casa del Pueblo". ¿O me equivoco?

A la vez, tras leer su comentario de "Cada fanático juzga por su fanatismo", también tuve que especificarle que soy mujer así que, si iba a descalificarme, al menos debería usar el lenguaje correcto y decirme "fanática" pues, por lo visto, parece que su eterna perorata por el lenguaje inclusivo es también solo una fachada. Otra más en su "curioso" caso.

Así, el cascarón discursivo de "feminista" se le termina de resquebrajar no sólo cuando en la segunda línea se identifica sólo con el apellido paterno (qué nivel de fiasco) sino cuando en el tercer párrafo se refiere a maquillaje y accesorios (red lipstick, headscarfs (sic), leather jackets, etc., qué congojón) como "marcadores de la diversidad femenina" y en los que sólo al final (sí, de último) menciona el status migrante.

¿Es en serio? ¿Cómo no enfoca la diversidad desde la clase social (ah, es cierto, ella es orgullosamente aporofóbica), la edad, el nivel de escolaridad, la discapacidad, etc.? ¿Qué es este "feminismo Taylor Swift de pose sororaria" que intenta vender como hiper progresista?

"In conclusion" (para citar a la ilustre diputada y su brillantérrima asesora), he aquí la razón por la cual es crucial informarse y formarse más allá de las poses y, además, he aquí también la razón por la cual jamás hay que burlarse de la "falta de preparación" ajena pues, si esta es muestra de nuestras/os congresistas preparadas/os, apague y vámonos.

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