Carta abierta a Marcela Lagarde
Maestra Marcela Lagarde, reciba un saludo respetuoso desde Costa Rica. Tras leer la noticia del desplante trans ocurrido en su conferencia de ayer en la Universidad Complutense de Madrid, inicialmente me uní a las múltiples expresiones de rechazo, pues concuerdo con las compañeras feministas en que ni usted ni su carrera merecen tal berrinche ignorante. Sin embargo, luego me fui a dormir y hoy desperté con un encuadre nuevo, pues ahora pienso que no hay mejor laurel para su vida feminista y para su decisiva construcción teórica que ser repudiada por un grupúsculo impostor y alienado que, con tal de satisfacer fetiches, ve el sexo como asunto "borrable". Así, lejos de ver dicha pataleta como ofensa, nos toca resignificarla como halago hacia la pionera y cara visible del feminismo latinoamericano, pues lo extraño habría sido recibir respeto de quienes no se respetan ni a sí mismos, ya que viven para intentar reivindicar degradaciones a manera de "triunfos". Esto es,