El peligroso juego de la democracia electoralista
El país está en crisis y, aunque la enfermedad es más crónica que aguda, es innegable que la coyuntura política actual es también una factura histórica al PAC por jugar siempre al peligroso juego de la democracia electoralista. Un partido históricamente carente de músculo político, a excepción de aquel 2006 dorado en el que los molinos del conteo manual y de la eliminación de mesas literalmente hicieron aguas; un partido que desde entonces sólo reúne el voto "en contra de" sin que nadie (ni ellos mismos) se les acerque porque cree en su propuesta (¿cuál propuesta?) pues se han hecho dos veces seguidas con el Poder Ejecutivo a punta de amasar el voto de quienes no quieren que gane X, y entiéndase X como "los mismos de siempre", "los del discurso del odio" e incluso como "los comunistas", pues en 2014 no les tembló el pulso para satanizar la izquierda con tal de debilitar a Villalta, de quién entonces sintieron pasos de animal grande. Lueg